Siranush Sargsyan: “En Artsakh ahora vivimos bajo la amenaza del genocidio

Entrevista a Siranush Sargsyan, periodista armenia de Stepanakert (capital de la República de Artsakh), quien da las claves de un conflicto que se ha agravado con el bloqueo del Corredor de Lachín, que durante más de tres meses ha mantenido aislado a Nagorno Karabakh.

Por: Ángelo Nero  |  Traducción: María Seráns

Siranush Sargsyan es una periodista independiente radicada en Stepanakert, Artsakh/Nagorno-Karabajkh, que cubre los derechos humanos y la política en entornos de conflicto y posconflicto. Siranush ha publicado en varias publicaciones globales y regionales, incluidas Newsweek, IWPR y The Armenian Weekly. Informando desde el terreno desde el inicio del bloqueo el 12 de diciembre de 2022, Siranush ha sido entrevistada y citada en medios globales como CNN, Le Figaro y El Periódico. Su Twitter incluye actualizaciones diarias sobre las necesidades y desafíos que enfrentan los ciudadanos de Artstakh.

La República de Nagorno Karabakh, pese a que no ha sido reconocida internacionalmente, es una realidad desde 1991, con sus propias instituciones, con sus escuelas y hospitales, y una economía que atraía inversiones extranjeras y comenzaba también a ser un destino atractivo para el turismo, especialmente armenio e iraní, pero también europeo. Todo eso cambió con la invasión azerí de 2020. Pero, hasta entonces ¿cómo era la vida en Stepanakert, tu ciudad?

Para describirlo brevemente, era un pequeño paraíso. Por supuesto, después de la primera guerra de Karabakh, incluso después de la victoria, pasamos por momentos complicados, que costaron muchos sacrificios humanos, y luego vino un largo camino de reconstrucción, que no fue fácil. Y a pesar de que Artsakh fue rechazada, no fue reconocida por la mayor parte del mundo, con todas sus consecuencias, nosotros creíamos que estábamos construyendo nuestro destruido y herido hogar, y lo estábamos haciendo con deseos de paz, vivíamos con ése deseo y muy felices.

Desde la guerra en la que el ejército azerí ocupó tres cuartas partes de Artsakh, incluyendo su segunda ciudad, Shushi, la vida cambió radicalmente para la población de la pequeña república, pero aún así, la mayor parte decidió seguir en sus casas, en su tierra, “Somos nuestras montañas”, dicen orgullosos los karabajís. ¿Cómo de grande es la determinación de los habitantes de Artsakh, para decidir continuar en su tierra, pese a las continuas amenazas de un nuevo ataque azerí?

La vida para nosotros está ahora dividida en dos partes, antes y después de la guerra de 2020. Todos mis recuerdos y experiencias positivas tuvieron lugar antes de la guerra, considero que nunca volverá a ser igual. Casi todas las familias sufrieron alguna pérdida, mi hermana perdió a su marido, si incluimos la primera guerra, mi tío fue asesinado, y en la guerra de los cuatro días de 2016 sacrificamos demasiado para poder vivir en nuestro hogar. De hecho, “Somos nuestras montañas” no es sólo una estatua, realmente representa la naturaleza de nuestro pueblo, nuestras raíces están medio enterradas en el suelo, como una estatua, puede que sea apropiado mencionar las palabras del héroe de la primera guerra de Artsakh, Vardan Stepanyan, cuando dijo “El suelo de Artsakh abraza mis pies y dice: no me abandones”, ahora que la tierra nos ha abrazado a todos y nos pide que no la abandonemos.

Artsakh bajo asedio y lidiando con el bloqueo rodante en este duro invierno nevado. | Foto: Siranush Sargsyan

Tras los acuerdos de alto el fuego, Rusia ha quedado como garante de la paz, con una fuerza militar que, en principio, debería proteger a la población de Artsakh, sin embargo, el ejército de Azerbaiyán no ha dejado de provocar, ¿Está siendo realmente efectivas e fuerzas de paz rusas en el papel que le otorgaron los acuerdos que pusieron fin a la guerra de 2020?

De acuerdo con el pacto de alto el fuego del 9 de noviembre, el corredor de Lachin, que asegurará la comunicación entre Artsakh y Armenia, permanecerá bajo el control de las fuerzas de paz rusas. Con el corte de la carretera, Azerbaiyán ha violado este acuerdo. Desde que terminó la guerra, Azerbaiyán ha estado provocando constantemente. Primero con la política de las “lonchas de salami”, cuando pequeñas áreas de Artsakh son ocupadas una tras otra; además de eso, se crean condiciones insoportables para la vida, tiroteos en la frontera, interrupciones regulares de los suministros de gas y electricidad, desconexiones de las líneas de teléfono e internet… y todo esto se hace bajo mandato de las fuerzas de paz rusas, con acuerdos. Todo esto causa la insatisfacción de los residentes con los implicados en el juego, y esta insatisfacción se ha enquistado después del bloqueo. Hoy en día es difícil encontrar gente en Artsakh que no esté insatisfecha con las fuerzas de paz, pero también debemos recordar que si todavía vivimos aquí, es porque las fuerzas de paz están aquí. No me puedo imaginar una situación en la que vivamos “mano a mano”, sólo con Azerbaiyán, es imposible, al menos en un futuro previsible.

El bloqueo del Paso de Lachín por parte de agentes azerís, bajo la falsa bandera de la lucha medioambiental, y del que se cumplen ya más de cien días, ha agravado la situación de la población de Nagorno Karabakh, con cortes de gas y electricidad, de comunicaciones, y de suministros básicos y medicinas. ¿Cómo están sobreviviendo los hombres, mujeres y niños de Artsakh, ante este bloqueo, que no parece que Azerbaiyán tenga intención de levantar?

El bloqueo, ahora en su quinto mes, está teniendo consecuencias realmente muy serias. Esperamos en colas interminables para los bienes necesarios más básicos, e incluso así, en muchos casos nos vamos a casa con las manos vacías. Hemos experimentado la ausencia de calefacción en las condiciones invernales más duras, desempleo, los precios de los bienes de consumo se han duplicado o triplicado, es realmente duro. Pero lo principal es la dureza del bloqueo desde el punto de vista psicológico y de seguridad; si hay sólo problemas materiales y privaciones, nuestra gente está acostumbrada, durante la primera guerra vivieron en un bloqueo, bajo bombardeos, durante casi dos años, en la incertidumbre, casi todos los días en las aldeas de la frontera, y también bajo el fuego cerca de Stepanakert, ahora vivimos sobre todo bajo la amenaza del genocidio.

Mujeres desminadoras de Nagorno Karabakh. | Foto: Siranush Sargsyan

Armenia reconoce plenamente la integridad territorial de Azerbaiyán”, declaró el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, lo que ha sido interpretado como un reconocimiento de la soberanía azerí sobre Artsakh. ¿Que consecuencias pueden traer estas declaraciones y como han sido recibidas en Stepanakert, por las autoridades y la población karabají?

Es extremadamente doloroso ver los pasos dados por las autoridades de la República de Armenia. Nuestros padres lucharon y soñaron que nos uniríamos a Armenia, porque Armenia es nuestra madre, y hemos hecho muchos sacrificios por ella. Con respecto a las declaraciones de las autoridades de República de Armenia, nuestro parlamento también respondió con una declaración. El problema global es que aunque las autoridades de República de Armenia se rindan a las demandas de Aliyev y reconozcan Artsakh como parte de Azerbaiyán, aún así él no parará, la agenda de paz está marcada, no hay ni una sóla persona en Artsakh que no quiera la paz, pero si es unilateral, no habrá paz.

Por otra parte, el dictador azerí también ha dicho: “Los separatistas deben entender que tienen dos opciones: o viven bajo la bandera de Azerbaiyán o se van.” ¿Cual es la respuesta que le da el pueblo de Nagorno Karabakh, y cómo valoráis que la comunidad internacional no haya reaccionado ante una amenaza de este tipo?

Las declaraciones de Aliyev por tercera vez representan claros intentos de limpieza étnica, es obvio que con tal retórica no es necesario hablar más. Cómo vamos a confiar, a vivir con ellos, si su objetivo es nuestra expatriación, expulsarnos de nuestro propio país. Estoy segura de que Rusia y los países armenios son también muy conscientes de esto, y de algún modo están intentando “bailar al son” de Azerbaiyán, pero no les importa el destino de 120.000 personas, sino sus negocios con el gas. En realidad nos están sacrificando por sus intereses.

Elevándose por encima de la capital de Artsakh, Stepanakert, se encuentra el monumento icónico «Somos nuestras montañas», o «Tatik Papik», que simboliza la conexión intrínseca entre Artsakh y su resistente pueblo. | Foto: Siranush Sargsyan

Hay otros actores geopolíticos que son determinantes en el futuro de Artsakh, uno de ellos es Turquía, cuya postura imperialista, panturquista, es una amenaza para todos muchos pueblos, no solo el armenio, también para los kurdos, yazidíes, asirios y griegos. Otro es Irán, sobre quién Azerbaiyán tiene también reclamaciones territoriales. ¿Cómo pueden influir estos dos países en el futuro de Armenia, y cómo puede influir la guerra de Ucrania en el papel de Rusia?

La guerra de 2020 demostró que Turquía no es sólo parte del conflicto sino participante, planificador e implementador de esta guerra. Es obvio que ocuparon nuestra tierra natal con la participación directa del ejército turco, con la ayuda de los drones turcos. También entendemos que para Armenia y para Irán tiene una gran importancia estratégica, y que la aceptación y financiación de los crímenes de Aliyev por parte de occidente es una campaña anti-iraní. Está claro también que Aliyev se está aprovechando de la implicación rusa en la guerra contra Ucrania.

Rusia evita abrir un segundo frente e intenta mirar para otro lado en la agresión anti-armenia de Aliyev. Y cuando ves todo este contexto, Artsakh parece una pequeña moneda dentro de negocios mayores.

Recientemente estamos constatando que Azerbaiyán está organizando tours con medios de comunicación occidentales, para imponer su relato. ¿Que papel están jugando los medios armenios y la diáspora en combatir la versión que está dando el régimen de Aliyev? ¿Que medios recomendarías para realmente informados de lo que está ocurriendo en esta parte del mundo?

Desafortunadamente, la política de “falsificación” de Azerbaiyán no es nueva, ha estado modelando la historia y los libros de texto durante años, y sobornando a los oficiales que trabajan en instituciones internacionales. Pero después de la guerra, todo esto continuó de manera más agresiva, una de cuyas formas de expresión son las excursiones mediáticas pagadas, cuando se organiza una excursión para periodistas, influencers y bloggers de diferentes países, pagando sus gastos y presentando una historia falsa.

Por otra parte, después de la guerra, la frontera de Artsakh se cerró para los visitantes extranjeros, en especial para los periodistas, incluso hasta el bloqueo, lo que creó un vacío de información adicional; casi nadie hablaba de Artsakh, y esa fue la razón por la que yo misma empecé a escribir, para contar lo que está pasando aquí, sólo a través de mis tweets y artículos diarios. Sobre el bloqueo, casi todos los periódicos famosos lo cubrieron, pero con una sola publicación cada uno, mientras que estos periódicos tienen secciones especiales en sus webs y columnas sobre Ucrania. Hoy en día, la prensa francesa está más activa hablando del bloqueo y publicando artículos regularmente. Es realmente difícil para mí destacar un medio específico. Entre los medios de lengua inglesa, es “Armenian Weekly” el que publica noticias casi todos los días. Aunque pocas, hay también publicaciones en los medios en español. Estoy agradecida por la oportunidad de esta entrevista y también por todos los artículos sobre Artsakh y el bloqueo que escribís regularmente en vuestra web. También se dan pequeños pasos encaminados a llenar el vacío informativo.

Marcha Anual de las Antorchas en el Aniversario del Genocidio Armenio, en Stepanakert. | Foto: Siranush Sargsyan

* Ésta crónica apareció originalmente en Periodismo Alternativo, y la publicamos en articulación como parte de nuestros esfuerzos autogestivos por más y mejor Periodismo Narrativo.

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