¿Por qué Black Lives Matter?

Para aquellos que son estadounidenses el movimiento Black Lives Matter les resultará familiar. Para el resto del mundo puede que sea algo más novedoso. Sin embargo, y a pesar de todas las noticias difundidas en el mundo sobre la brutalidad policial que derivó en la muerte de George Floyd, y la consiguiente represión de los manifestantes por parte de la autoridad policial, es buen momento para refrescar la memoria sobre el origen del movimiento.

Texto & Fotos: Pablo Herrera

“La historia de George Floyd es la historia de los afroamericanos. Porque desde hace 401 años, vuestra rodilla sobre nuestros cuellos es la razón por la que nunca pudimos ser lo que queremos y soñamos ser”.
— Alfred Charles Sharpton Jr.

Iba de camino a la Casa Blanca —con mi cámara en mano— siguiendo las protestas que piden justicia por George Floyd (afroamericano muerto en manos del oficial Derek Chauvin en Minneapolis, Minnesota, el pasado lunes 25 de mayo. Chauvin presionó la rodilla sobre el cuello de Floyd mientras lo sujetaba esposado en el suelo. Floyd gritó varias veces al oficial de que no podía respirar. Nueve minutos después, fue demasiado tarde para Floyd). Me topé con jóvenes manifestantes sujetando carteles: «¡Si eres neutral ante situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor». «¡Acabemos con la brutalidad policial». «¡Sin justicia no hay paz!», «Black Lives Matter!».

Un conductor, de origen afroamericano, gritó:

—¡Sí! ¡Black Lives Matter!

—¡Cállate! ¡Todas las vidas importan!, —le espetó la mujer (tambien de color) sentada junto a él.

¿Todas las vidas importan? Por supuesto. Pero, hasta aquí, ¿la vida de los afroamericanos importan por igual?

Para aquellos que son estadounidenses el movimiento Black Lives Matter les resultará familiar. Para el resto del mundo puede que sea algo más novedoso. Sin embargo, y a pesar de todas las noticias difundidas en el mundo sobre la brutalidad policial que derivó en la muerte de George Floyd, y la consiguiente represión de los manifestantes por parte de la autoridad policial, es buen momento para refrescar la memoria sobre el origen del movimiento.

Espero que tanta gente como sea posible comprenda que responder al término Black Lives Matter (“las vidas de los negros importan”, en su traduccion literal), con un «All Lives Matter» (todas las vidas importan), es un concepto que olvida y niega siglos de injusticia y opresión hacia la Comunidad Negra en los Estados Unidos y en el mundo entero.

¿Qué es y cómo surgió el movimiento?

Black Lives Matter es un movimiento internacional de Derechos Humanos, originado en la comunidad afroamericana de los Estados Unidos. Saber y contar la historia acerca del movimiento es triste, porque implica aceptar primero y condenar después, siglos de privilegio blanco que ha impuesto violencia y ha oprimido sistémicamente a la Comunidad Negra en los Estados Unidos por más cuatro siglos. El movimiento nació en 2013 usando hashtag #BlackLivesMatter en las redes sociales, después de la absolución de George Zimmerman en la muerte a tiros del adolescente afroamericano Trayvon Martin en febrero de 2012. El movimiento se hizo reconocido a nivel nacional por manifestaciones callejeras después de la muerte de dos personas en 2014 (los afroamericanos Michael Brown), que resultó en las protestas y disturbios en Ferguson, una ciudad cerca de St. Louis, y Eric Garner en la ciudad de Nueva York. Estos espantosos eventos de brutalidad policial fueron grabados en video y se extendieron rápidamente por todo el país. Sin embargo, ¿cuántos homicidios similares no fueron documentados?

Según podemos leer en la web oficial de la Fundación Black Lives Matter, es una organización global con representaciones en los Estados Unidos, Reino Unido y Canadá; cuya misión es erradicar la supremacía blanca y fortalecer el poder local para intervenir en la violencia infligida en las comunidades negras por el estado y las fuerzas policiales.

En este punto, considero oportuno mantener repensar acerca de la necesidad de la existencia del movimiento que conversar acerca de si todas las vidas (y no solo las de la comunidad negra) son importantes.

¿Por qué Black Lives Matter?

En agosto de 2017, nacionalistas blancos y neonazis marcharon en Charlottesville, Virginia, con antorchas; haciendo saludos nazis y cantando frases como “Sieg Heil”, “White Lives Matter” y “You Will Not Replace Us” («¡Ustedes no nos reemplazaran!» haciendo referencia a los inmigrantes y las minorías). Las imágenes enviaron ondas de choque a una nación profundamente dividida. Al abordar la marcha de los nacionalistas blancos, el presidente Donald Trump se negó a denunciar la violencia supremacista blanca en Charlottesville. En cambio, culpó de mala gana el “odio, la intolerancia y la violencia” en “ambos lados” haciendo referencia a las organizaciones antifascistas que contrarrestaron las marchas de los supremacistas blancos.

Sus comentarios se relacionan con la retórica y las acciones de un presidente desinteresado en el avance de la causa de los derechos civiles.

Tres años después, el lunes 1 de junio de 2020, el fiscal general William Barr ordenó a la policía que disparara gases lacrimógenos contra manifestantes pacíficos frente a la Casa Blanca, para que el presidente Donald Trump pudiera posar para una foto frente a la Iglesia de San Juan, sosteniendo un biblia.

Si echamos un rápido vistazo a algunos datos más en referencia a los ingresos económicos, la salud y el acceso a la educación media y superior de la Comunidad Negra en los Estados Unidos (sin mencionar la evidente e injusta brutalidad policial), se ponen de manifiesto las desigualdades: por ejemplo, según datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, la comunidad afroamericana tiene un nivel educativo y de propiedad de la vivienda significativamente más bajos que la población blanca, y casi el doble de la de los hogares por debajo del nivel de pobreza en comparación con la población blanca. Condiciones que hacen que la comunidad afroamericana sea más vulnerable a enfermedades como el COVID-19.

En cuanto a la desigualdad en el poder adquisitivo, según una investigación del Instituto de Política Económica, la brecha salarial era del 26 por ciento, con los blancos llevándose a casa un salario real por hora de $26 en promedio, en comparación con $18 para la población negra. La brecha es especialmente amplia para las mujeres jóvenes y los graduados universitarios varones de color, quienes rastrean las ganancias de sus homólogos blancos a una distancia considerable. Los afroamericanos han sido más vulnerables en el mercado laboral, experimentan tasas de desempleo más altas y son empleados en trabajos que ofrecen salarios más bajos y con menos beneficios que los de los blancos. Además, tienden a realizar empleos que son menos.

Tener ascendencia afroamericana en los Estados Unidos también significa más probabilidades de ser detenido por la autoridad policial, y ser sospechoso de criminalidad.

¿Cuál podría ser el legado del movimiento Black Lives Matter?

Parece haber un consenso sobre la increíble diversidad de los manifestantes; afroamericanos, latinos, asiáticos, árabes y blancos marchando juntos y cantando ¡Hands Up, Don’t Shoot! (¡Manos arriba, no dispares!) ¡No Justice, No Peace! (¡Sin justicia, no hay paz!). Esta diversidad y la persistencia de los manifestantes es lo que me llena de esperanza, a pesar de haber presenciado días cargados de violencia y brutalidad policial en todo el país. El abuso de poder, la militarización de Washington DC, Nueva York y muchas otras ciudades de todo el país, tienen más sentido en régimenes totalitarios. Desafortunadamente, este aire dictatorial es el que nos está tocando vivir desde los últimos tres años y medio.

Mi esposa y yo volveremos a la ciudad de Nueva York la próxima semana en donde espero seguir marchando, pidiendo justicia no solo para George Floyd, pero también para Breonna Taylor, Ahmaud Arbery, Tamir Rice, Trayvon Martin, Eric Garner, David Mcatee y todas las minorías que son víctimas de la injusticia y la opresión social.

Aquí todas las vidas serán importantes cuando las vidas de los más vulnerables sean tratadas y tomadas con la misma importancia que la gente blanca.

Pablo Herrera

Director creativo  |  Productor

Director creativo, productor de cine y música. Actualmente vive en la ciudad de Nueva York. En 2004, cofundó Colectivo Piloto en Barcelona, España, una organización sin fines de lucro dedicada a promover la cultura y la educación mediante el uso de tecnologías de medios. En 2015, Pablo cofundó Thecplab, una agencia creativa y una productora de cine con sede en la ciudad de Nueva York.

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