«¿Cuál es el precio de los pulmones de mi hijo?»

El costo humano de la extracción de carbón en Colombia

Luz Ángela Uriana, de 35 años, es una mujer que ha hecho de luchar contra la mina de carbón de Cerrejón un trayecto vital. Pertenece al grupo indígena Wayuu, el grupo indígena más grande de Colombia y Venezuela. Tiene ocho razones particulares —en una desigual resistencia del calibre «David y Goliat»— para luchar: sus hijos.

Texto: Lise Josefsen Hermann / La Guajira  | Fotos: Nicolò Filippo Rosso

Luz Ángela también forma parte del Comité de Defensa del territorio de la comunidad indígena Provincial, ubicada a solo unos cientos de metros del pozo mas cercano de Cerrejón. Su pelea comenzó hace siete años, cuando Moisés —su hijo de 8 meses— comenzó a tener síntomas graves de una enfermedad pulmonar crónica.

«A veces la gente dice que las mujeres exageramos, que debemos pensar antes de actuar. Pero con un niño enfermo, no piensas. Actúas. Desde que comencé a trabajar con el proceso legal, no me he rendido —dice Luz Ángela con indignación—. Nunca le he dicho a Cerrejón “ven, hablemos”. Muchos líderes se han vendido de esa manera. Yo no. Porque lo que la empresa ha hecho conmigo no tiene precio».

* Foto: Nicolò Filippo Rosso

Luz Ángela también le pidió al médico que incluyera la información en el historial médico, para que ella tuviera prueba legal en su lucha contra la empresa: “pero lo negó dos veces. No puedo escribir eso, me van a despedir, dijo. Solo sal de ahí y deja que otros defiendan el territorio, dijo. Lloré mucho. Estaba entre la espada y la pared. Estaba mi comunidad y estaba mi hijo. No podía simplemente dejarlo ser. ¿Qué pasará si me voy? ¿Qué pasará con mi tierra, con mi gente? Aquí es donde nací, donde crecí. Fue un gran dilema para mí. Pero encima de todo estaba la vida de un bebé que recién comenzaba a vivir».

Dos meses después, Luz Ángela regresó al médico, quien insistió en que debían abandonar la comunidad contaminada en la que sobreviven. En aquel entonces decidió partir con su bebé a la ciudad de Valledupar, a unos cien kilómetros de su casa.
«Pero no pude estar allí. Yo no soy de ahí. Soy de aquí. Debo estar donde nací».

Al final, el médico incluyó la información de la causa de la enfermedad de Moisés en su historial médico. Dos meses después, el médico ya no trabajaba allí y Luz Ángela no ha vuelto a saber de su paradero.

Con el tiempo y los esfuerzos de mantener un proceso legal activo, comenzó a recibir apoyo del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR). Uno de los objetivos es que la empresa minera deje de trabajar en Provincial. Una tutela fue presentada por mujeres: el reclamo solicitaba protección a los niños del resguardo indígena, grupo que ha padecido serias y recurrentes enfermedades respiratorias, cutáneas, fiebres, dolores de cabeza, diarreas, entre otras afectaciones a su salud.
Según la descripción de la tutela, los síntomas más recurrentes en la comunidad son dolores de cabeza, molestias nasales y para respirar, tos seca, ardor en los ojos y visión borrosa. Las dolencias parecen agudizarse con la presencia de fuertes y prolongados malos olores, descritos como “azufre” o “carbón quemado”.


* Foto: Nicolò Filippo Rosso

Sueños interrumpidos

Como se mencionó en el artículo anterior, para la población wayuu y afrocolombiana, los sueños juegan una parte esencial de la cultura, de la toma de decisiones y de la vida cotidiana. Así que la demanda por tener sus sueños nocturnos interrumpidos también es parte de la tutela de Provincial. El constante rugir del ruido ininterrumpido de la maquinaria, impide descansar y soñar con tranquilidad.

La Corte Constitucional profirió sentencia en 2019 (T-614), la cual fue notificada en el mes de febrero de 2020. Con ello, la Corte constató la existencia de la amenaza y peligro real de daños al ambiente y la salud humana. En concreto, la Corte caracterizó cuatro amenazas y vulneraciones principales: la calidad del aire en Provincial, la contaminación de varios cuerpos de agua y vegetación aledaños al resguardo (como por ejemplo es el caso del arroyo Bruno, mencionado aquí), los ruidos y vibraciones que genera el complejo minero, y amenazas para la salud de los habitantes del resguardo.

La sentencia de la Corte también confirmó graves efectos en la salud de los habitantes de Provincial, entre ellos enfermedades como: “riesgo de alteraciones a nivel celular, cáncer, neumonías bacterianas no especificadas, neumocosis, bronquitis crónica, fibrosis masiva, asma mixta, asma bronquial, laringitis obstructiva aguda, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc), infecciones agudas no especificadas de las vías respiratorias inferiores y otras infecciones agudas de “sitios múltiples de las vías respiratorias superiores e inferiores”.

Según la misma Corte: «el material probatorio del expediente permite concluir que las afirmaciones de la comunidad no son denuncias sin soporte alguno, sino todo lo contrario, han sido diversas autoridades públicas, organizaciones e instituciones académicas que, en distintos períodos, han constatado la veracidad de las afectaciones alegadas.»

* Foto: Nicolò Filippo Rosso

El precio humano para la mujer Wayuu y su familia para compensar la lucha contra una gran multinacional como Cerrejón es sumamente alto: «Ha sido difícil para nosotros como familia. Hemos perdido muchas cosas, hemos perdido amigos. La gente se ha alejado de nosotros porque no les gustan nuestras quejas, porque reclamamos nuestros derechos a la empresa. Porque la empresa —Cerrejón, como las multinacionales— siempre tiene esta ideología de hacer creer a la gente que representan el progreso y oportunidades para los jóvenes. Algunos jóvenes, por ejemplo, nos culpan por la demanda que hemos hecho».

Luz Ángela dice que pertenecer a un pueblo indígena agrava el hecho de que las empresas trabajen en su territorio y crea situaciones difíciles para que los Wayuus sigan viviendo en su territorio ancestral: «Somos comunidades Wayuu. Y comunidades Wayuu sin territorio, ya no son Wayuu. Por eso luchamos para demostrarle a la empresa que llegaron al territorio Wayuu. No pueden estar en el territorio como si estuvieran en su propia finca. Porque el territorio es sagrado, es ancestral. ¡Nosotros somos los dueños del territorio, no ellos!».

…pertenecer a un pueblo indígena agrava el hecho de que las empresas trabajen en su territorio y crea situaciones difíciles para que los Wayuus sigan viviendo en su territorio ancestral.

* Fotos: Nicolò Filippo Rosso

Las amenazas, la resistencia

Luz Ángela cuenta cómo representantes de la empresa vinieron a buscarla justo después de que ella presentara una demanda judicial contra Cerrejón. «Me ofrecieron lo que necesitaba para ayudarme con el niño, medicinas y trabajo para mi esposo. Pero con la condición de que dimitiera y realizara una disculpa pública, diciendo que todo lo que había dicho sobre la empresa era mentira. ¡Dije que no! —dice contundente Luz Ángela— ¡No quería que me pagaran por mi silencio, por mis lágrimas! Mis sustos. ¿Cómo van a pagar el pulmón de mi hijo?».

Por entonces, esta madre Wayuu tomó una decisión importante, no solo por su propio bien personal: «Desde aquel momento tuve un objetivo: que no se enfermaran más niños. Que no haya más Moisés. Mi objetivo es que estos tajos cercanos a nosotros, se cierren definitivamente. En la pandemia cuando la empresa dejó de funcionar, estaba tan tranquilo por aquí, escuchabamos los pájaros mientras cantaban por la mañana, a los vecinos cómo gritaban, las hojas cuando se movían con la brisa. Porque no había ese ruido ni ese calentadura del Cerrejón.»

No obstante, así como hay gente que lucha contra la minería y las consecuencias humanas y ambientales, también hay un número significativo de la población que ven a la actividad minera como un beneficio y oportunidades laborales. Luz Ángela prosigue: «Mucha gente dice que vivir sin Cerrejón es como cortarse brazos y pies porque Cerrejón es lo que nos da trabajo, lo que nos da progreso. Acabamos de hacer talleres, donde conversamos con jóvenes y decimos que la empresa no es el único trabajo que existe, porque en cualquier momento puede salir de La Guajira, ¿y luego qué?».

¿Qué pasará si me voy? ¿Qué pasará con mi tierra, con mi gente? Aquí es donde nací, donde crecí.

A medida que la minería del carbón se enfrenta con procesos de cierre en casi todo el mundo, también se acerca para Colombia y la población de La Guajira la idea de un departamento sin extracción de carbón, después de décadas en las que fue la principal actividad económica representando hasta el 44% del PIB regional.
«El día que Cerrejón cierre, sería el día más feliz de mi vida. Por fin estaría viviendo sin minería. No es que volvamos a ser como antes. Porque nunca podremos volver a vivir en un territorio saludable como antes. Pero sí viviría más tranquila. Por otro lado, algunas personas y la empresa seguro van a decir que cierran, por gente como nosotros —asegura la activista Wayuu—, y entonces puede que no sea tan cómodo estar por aquí».

Colombia es el país más peligroso para defender el medio ambiente según la ONG Global Witness. Y Luz Ángela lo ha sentido eso en su propio cuerpo. Hablar en contra de la minería tiene su precio:

«Ha sido muy difícil, he tenido muchas amenazas, he tenido ataques. Incluso en mi propia comunidad. Tuve un ataque en la ciudad de Riohacha, cuando unos hombres encapuchados me dispararon. Gracias a Dios no me pasó nada, pero me dijeron que esperara la próxima».

* Este proyecto fue apoyado por una beca de CLEW – Clean Energy Network.

Lise Josefsen Hermann

Periodista | Corresponsal

Lise lleva más de 10 años como freelance, insistiendo —sobre todo al público del norte de Europa— sobre las condiciones humanas en Latinoamérica y la huella que dejamos en el mundo. Reporta para varios medios de Dinamarca y Noruega, así como internacionales (NYT, DW, BBC, El País) y oenegés (Amnistía Internacional y Oxfam). Es Pulitzer Grantee y ha recibido apoyo de National Geographic, Clean Energy Network (CLEW), Fundación Gabo & Open Society Foundation. Se enfoca en temas ambientales, DDHH, migración y pueblos indígenas.

Nicoló Filippo Rosso

Fotógrafo documental

Se licenció en Literatura por la Universidad de Turín en Italia. Trabaja en proyectos personales relacionados con las migraciones en las Américas, el impacto de los combustibles fósiles en el cambio climático y la lucha por la supervivencia de las comunidades indígenas abandonadas.
Su trabajo ha recibido importantes premios como World Press Photo, Getty Images Editorial Grant, W. Eugene Smith Fund, International Photography Award, World Report Award, y fueron publicados por los principales medios estadounidenses y europeos. Además de su trabajo personal y editorial para revistas, periódicos y ONG, frecuentemente da conferencias sobre fotografía y periodismo. (Foto de autor: @DaniaMaxwell)

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