Territorios Palestinos Ocupados: el sistema sanitario ha quedado reducido a cenizas
Aunque el alto el fuego en Gaza se aplicó tras meses de guerra sin cuartel contra la población atrapada allí, todos los componentes de la sociedad han quedado destruidos. El personal de Médicos Sin Fronteras ya no reconoce sus propios barrios, los hospitales han sido arrasados y la gente se está asentando en los escombros de sus casas sin otro refugio para hacer frente a las condiciones invernales.
Información de MSF

“Nuestros equipos ya pueden llegar al norte de la Franja, antes asediada por las fuerzas israelíes, para evaluar las necesidades médicas y humanitarias. La situación es espantosa: no queda nada. Nuestro personal ya no reconoce sus propios barrios, los hospitales han sido arrasados y la gente se está asentando en los escombros de sus casas sin otro refugio para hacer frente a las condiciones invernales.
Caroline Seguin, nuestra coordinadora de emergencias, comparte sus impresiones desde el lugar”:
Situación en el norte de Gaza
“En la gobernación del Norte, el nivel de destrucción es total, es una tierra llana. No he visto nada igual en mi vida. Nuestros colegas palestinos ya no son capaces de reconocer sus propios barrios, algunos estaban en estado de shock, otros literalmente se derrumbaron.
En Ciudad de Gaza ya estábamos conmocionados por el nivel de destrucción, pero luego fuimos al norte, a Yabalia, y no quedamos sin palabras. Allí ya no hay nada. Solamente ruinas y olor a muerte por todas partes debido a los cadáveres que siguen atrapados bajo los escombros”.
En el norte de la Franja ya no hay sistema sanitario. El Hospital Kamal Adwan ha sido arrasado, mientras que los hospitales Al Shifa, Al Awda e Indonesio están gravemente dañados y solo funcionan parcialmente.
Un vehículo de MSF pasa por delante de edificios en ruinas en Yabalia. © MSF
Sistema sanitario
“En el norte de la Franja ya no hay sistema sanitario. El Hospital Kamal Adwan ha sido arrasado, mientras que los hospitales Al Shifa, Al Awda e Indonesio están gravemente dañados y solo funcionan parcialmente. Nos quedamos estupefactos al observar que en el Hospital Indonesio todas las máquinas médicas parecían haber sido destruidas deliberadamente; las hicieron pedazos, una a una, para asegurarse de que ya no se pudiera prestar atención médica. Cabe preguntarse cuál es la motivación de semejante acción. Estas máquinas están hechas para salvar la vida de personas, madres, padres, niños. Es devastador ver el estado de estos hospitales.
La prestación de asistencia médica es muy insuficiente en comparación con las necesidades de los cientos de miles de personas que viven en la zona. Por ejemplo, entre el norte de Gaza y Ciudad de Gaza solo hay seis camas de cuidados intensivos pediátricos, frente a las 150 que había antes de la guerra, y el número de camas hospitalarias para pacientes se ha desplomado de 2000 a 350”.
Suministros
“El flujo de suministros vitales ha mejorado desde el alto el fuego, pero el nivel de necesidades es tan alto que la población sigue careciendo de artículos básicos. La necesidad de alimentos, agua, tiendas y material de refugio en esta zona sigue siendo crítica. La escasez de agua es un verdadero desafío dado el alto nivel de daño en las instalaciones de agua y porque se encuentran en lugares inaccesibles. Nuestros equipos han empezado a transportar agua en camiones cisterna en Yabalia y Beit Hanoun y reparar los pozos dañados, pero se trata de una solución temporal y no es suficiente para cubrir las necesidades que son masivas. El problema es que, debido a la guerra, hemos localizado nuestras actividades en el sur y ahora lleva tiempo redistribuirlas al norte.
Transcurridas cuatro semanas desde el alto el fuego, seguimos sin ver el aumento masivo de la ayuda humanitaria que se necesita en el norte de Gaza. La comunidad humanitaria no está prestando servicios vitales a una población que necesita desesperadamente ayuda humanitaria y médica. Tanto Israel como los actores internacionales deben garantizar urgentemente la entrega de suministros vitales, como refugio y alimentos, y aumentar las capacidades para su distribución”.
Condiciones de vida
“La gente vive en condiciones terribles. Intentan asentarse lo mejor que pueden sobre las ruinas de sus casas, pero es extremadamente difícil. El clima invernal hace que las personas tengan que enfrentarse a temperaturas muy bajas, lluvias torrenciales y fuertes vientos, y ni siquiera tienen muros a su alrededor para protegerse. No tienen acceso a atención sanitaria, vivienda digna ni agua.
“Muchos de ellos no tienen intención de marcharse. Es esencial garantizar un suministro constante y seguro de ayuda humanitaria a las personas que han sufrido un trauma inimaginable”
Sin embargo, las condiciones a las que tuvieron que enfrentarse durante los 15 meses de guerra, siendo desplazados y viviendo en tiendas de campaña, fueron aún peores. Después de estas penurias, necesitan reunirse con sus seres queridos y quieren quedarse y reconstruir su vida. Muchos de ellos no tienen intención de marcharse. Es esencial garantizar un suministro constante y seguro de ayuda humanitaria a las personas que han sufrido un trauma inimaginable”.
Ali Al Fara junto a su hijo Mohammad Ali al Fara, de 3 años. El pequeño está recibiendo tratamiento para quemaduras en el departamento de fisioterapia del hospital Nasser. | © Nour Alsaqqa/MSF
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Médicos Sin Fronteras
«Somos una organización de acción médico-humanitaria: asistimos a personas amenazadas por conflictos armados, violencia, epidemias o enfermedades olvidadas, desastres naturales y exclusión de la atención médica. La acción humanitaria es un gesto solidario de sociedad civil a sociedad civil, de persona a persona, cuya finalidad es preservar la vida y aliviar el sufrimiento de otros seres humanos: esta es nuestra razón de ser.»
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