1983: cuando volvimos a la democracia

Se cumplen y festejan 40 años de democracia continua en Argentina, en medio de un año electoral y de recambio político significativo. Este ensayo visual y testimonial rescata detalles de la memoria de las y los jóvenes que protagonizaron aquel momento de inflexión que, entre octubre y diciembre de 1983, nos sacó de la dictadura.

Por Paola Olari Ugrotte, Alejandra Malcorra & Sole Quiroga   |  Angular

Fue en 1983 luego de más de 7 años de dictadura que los y las argentinas volvieron a elegir un presidente constitucional mediante el voto en un clima de alegría y de masividad que se tradujo en el voto del 85,61% del padrón.. En aquellos comicios del 30 de octubre triunfó la fórmula de la Unión Cívica Radical (UCR), compuesta por Raúl Alfonsín y Víctor Martínez, que se impuso sobre la del peronismo que integraban Ítalo Luder y Deolindo Felipe Bittel. La UCR ganó la presidencia, para escribir un nuevo capítulo en la historia nacional, a partir del 10 de diciembre de ese mismo año.

 ¨…Vamos a hacer realidad la esperanza de recuperar la vida, la justicia y la libertad, porque, por dura que sea nuestra situación, ningún obstáculo será insuperable frente a la voluntad inmensa de un pueblo que se pone a trabajar, junto con el gobierno pero también más allá de los gobernantes, en la tarea de construir su propio futuro … Y no tengo duda de que podemos gozar de esa vida, con esa justicia y esa libertad que hoy deseamos. Lo vamos a lograr, vamos a dar ese ejemplo y vamos a extender nuestra mano fraterna para que otros pueblos, en particular nuestros pueblos hermanos latinoamericanos, también lo logren….¨

(Fragmento del discurso de asunción presidencial de Raul Alfonsin el 10 de diciembre frente a la Asamblea Legislativa). 

El regreso a la vida institucional democrática se fue consolidando los años posteriores con distintas medidas que permitieron reafirmar la intención expresada en las urnas. En 1984 se crea la Conadep (comisión nacional por la desaparición de personas) que se encargó de recopilar información sobre la desaparición de personas durante la dictadura cívico -militar. Dicha comisión condensó su informe en un libro llamado Nunca Más. En 1985 comenzó el proceso judicial a los ex comandantes que gobernaron de facto la Argentina. Estos procesos forman parte de la reconfiguración de la democracia y el afianzamiento de la misma. 

¨1983 Cuando volvimos a la democracia ¨ busca contar esas historias desde los testimonios de quienes ahora son personas adultas y han continuado en algunos casos esa militancia y en otros han contribuido desde sus familias y trabajos a una participación consciente. Sabiendo que seguimos configurando el futuro, en lo cotidiano, para lograr construir la democracia que queremos

Alicia Vazquez

Secretaria jubilada. Trabajó desde muy joven, se casó y en 1983 estaba esperando a su primera hija. Votó por primera vez con 24 años de edad en el colegio industrial Libertad de Barracas,  junto a su hermana y su papá. ¨Voté con alegría y esperanza de una nueva vida dejando atrás el período de dictadura. Mucha gente concurrió a votar con la misma ilusión¨. Ese día cambió la libertad de poder salir sin ser hostigados por los controles, tener que salir siempre con el documento de identidad y no poder realizar reuniones ni agruparse después del trabajo en la calle. 

Gladys Flores

Es activista afro-guaraní y participó de la UMA, primera organización feminista de Argentina. Continúa con dedicación trabajando en la Dirección General de la Mujer de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Votó con 28 años por primera vez porque no llegó a estar en el padrón en el 73 y se postuló como la primera candidata mujer a concejala de Lomas de Zamora por el Partido Comunista. Recuerda que durante la dictadura la denunciaron muchas veces y tuvo que mudarse con sus tres hijos a cuestas: “…alguna gente que no sabía mucho, te veía sospechosa (por) ser zurda…”. Sin embargo, cuando volvió la democracia salió a la calle organizando teatro comunitario en una esquina de su barrio como forma de ocupar el espacio público con alegría.

Jenner Maidana

Es fotógrafo y trabaja como encargado de edificios. Hizo toda la secundaria, desde el 76 al 81, en Tucumán. No se olvida del profesor de contabilidad que les contó “… que había una Ley de Contrato de Trabajo, una Constitución, que no estaban vigentes… no había educación cívica…”. Fue la primera vez que imaginó un mundo distinto al que vivía. Luego siguió descubriendo sus inquietudes en la universidad donde estudió sistemas y recuerda que allí sí se podían hablar de otras cosas. También rememora el temor que sintió cuando un amigo lo invitó a un evento del Partido Comunista, ya en democracia. Piensa que los 40 años tienen que ser un festejo sobre todo cuando vuelve a estar en juego.

Marcela Vidal

Licenciada en Trabajo Social y cuando era joven vivía en Punta Alta, a pasos de la Base Naval Puerto Belgrano desde donde salían los vuelos de la muerte. Eso lo supo después, cuando volvió la democracia y se empezó a conocer la verdad, desde entonces definió su compromiso con los organismos de DDHH, llegando a ser concejala de la ciudad de Bahía Blanca. Cuenta que “… durante la dictadura cívico militar hicieron desaparecer la carrera, así que con un grupo de colegas después logramos que la Universidad Nacional del Sur la reabriera como una reparación histórica.”

Mónica Martínez

Es productora proveniente de una familia que siempre trabajó en la televisión. Fue a votar por primera vez en 1983 a los 27 años, caminando desde su casa en el barrio de Villa Urquiza de la ciudad de Buenos Aires. Estaba acompañada de dos de sus tres hijas y su marido porque quería compartir el momento juntos. Después toda la familia también se fue a la Plaza de Mayo a celebrar la asunción del nuevo presidente democrático porque iba más allá de que partido había ganado, era una fiesta. Reflexiona que “…el hecho de poder ejercer el voto a una edad tan tardía, de lo que sería lo normal ahora, … tal vez tenía otra conciencia, habiendo atravesado un montón de situaciones que hacían sentir que era muchísimo más valioso de lo que ya es por naturaleza…”.

Viviana Miño

Comenzó como enfermera y luego como trabajadora social en el Hospital Paroissien de Isidro Casanova. Hoy está jubilada y sigue colaborando desde el sindicato CICOP. Comenzó a militar en el MAS a los 17 años por una amiga de la escuela que le daba a escondidas los periódicos y enseguida se entusiasmó con la lucha trabajadora y la solidaridad internacional. De la reapertura democrática recuerda: “… me encuentro (en el hospital) a una compañera en el vestuario que había conocido en una peña del partido pero no me saluda, … nos cruzamos en un pasillo unas semanas después y me pide disculpas, dice que tenía miedo. Le habían desaparecido compañeros y familiares, no estaba segura de quién era yo todavía. Aprendí mucho de ella más adelante …”.

Marcelino Sulca

Es maestro y profesor jubilado, llegó a cursar 3 años de universidad pública. Quiso ser parte del Tercer Malón de la Paz porque considera que es hecho histórico, como lo fue en 1946. Acampa frente a la Corte Suprema para reclamar la nulidad de la reforma constitucional provincial y hace más de 100 días que no está en la Comunidad Pan de Azúcar de Abra Pampa. Cuenta que cuando votó por primera vez lo hizo en una escuela privada de San Salvador de Jujuy vestido con ropa de jean. Había ido a los 18 años solo, para trabajar en la caña, luego recordó que había sido abanderado y decidió estudiar. Piensa que “… es muy buena la democracia, nosotros la conocemos teóricamente, todavía no hemos llegado a verla en forma práctica, porque las clases dominantes no dejan que crezca, no nos educan para la democracia, nos hacen creer que es mala…”.

Mónica Penelo

Es psicoanalista y educadora popular. Participa en la Universidad Popular de Somos Barrios de pie. votó y fiscalizó en 1983. En la década del 70 militaba en los barrios humildes organizada en el Peronismo de Base. Tendría que haber votado en el 73 pero no salió empadronada. Sus padres eran del partido socialista. Había un aire de fiesta muy grande, ese día me lleve mi vianda había mucha camaradería,estuvo muy lindo.¨Fueron años de mucho miedo donde te despedías de la gente en las esquinas y no sabías si los volvías a ver. Fuimos dándonos cuenta de a poco que podíamos vivir sin miedo.¨

Edgardo Esteban

Es periodista, ex combatiente y director del Museo Malvinas. “…El 30 de octubre de 1983 es una fecha imborrable, marcó mi vida por lo que significó esa transición. Esa noche previa no dormí. Era fiscal de mesa además de votar por primera vez…”. Cuando volvió de la guerra lo hizo en el barco Camberra, que la prensa argentina había dado por hundido. Para luchar contra ese tipo de hipocresías empezó a estudiar periodismo. Cuando se cerraron las urnas lo llamaron a colaborar para la cobertura de Radio del Plata en el centro de cómputos de Luder. Los guarismos aún se anotan con tiza en pizarras inmensas. A pesar de la derrota de su candidato recuerda que fue una fiesta, la fiesta de la democracia. A 40 años de esa epopeya y con su libro “Iluminados por el fuego” (una crónica de su experiencia en la guerra) llevado al cine, dice que sólo sabe contar historias de dos minutos que duran 24hs.

María del Carmen Verdú

Es parte fundamental de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI). Votó por primera vez a los 23 años, acababa de ser mamá y fue con su bebé. Siente que aquel 30 de octubre fue la culminación de un proceso. Por esa época era maestra de grado de inglés y le faltaban 7 materias para recibirse de abogada. En la facultad impulsaba movilizaciones juntos a otros estudiantes, su novio y sus amigos le enseñaron cómo identificar a los servicios infiltrados en las aulas, el bar y la biblioteca. A pesar de creer que con la democracia no se come, se cura y se educa, que no lo es todo, confía en “…laburar más allá de las diferencias en la construcción de alternativas a partir de los pisos mínimos de acuerdo que se puedan establecer. Entre el 76 y el 83 éramos nosotras y nosotros contra ellos. Podíamos llevar acciones en conjunto. No importaba de qué partido era cada uno. El sectarismo es lo que más te asegura la derrota…”.

Beatriz Zuloaga

Es coreógrafa, bailarina y consteladora. Para ella la democracia es la mejor manera de vivir en comunidad. “…El horror que vivimos durante la dictadura se iluminó con el triunfo de la democracia. Fue la primera y la última vez que voté con tanta convicción…”. En el 81 nació Danza Abierta continuando el camino iniciado por Teatro Abierto. Fueron 1000 coreógrafos y más de 500 bailarines reunidos para decir: “estamos vivos”, para recuperar el sentido de comunidad. Ese mismo año bailó en el Teatro Picadero antes de que un comando militar lo incendiara, esto sucedió en su barrio, a metros de su escuela, donde aún estudiaba. Con 15 años ya era autora de sus obras. Cuenta que fue una experiencia profunda y maravillosa en la que pudo participar por el compromiso del colectivo de artistas que se puso en movimiento para defender los derechos humanos. En sus tres ediciones recorrieron Buenos Aires, Misiones y Rosario, ciudad donde nació, entre el 81 y el 83 (ya en democracia). De la última edición recuerda la emoción de poder bailar en la calle y contagiar a la gente para que también lo haga. “…Había un peso que ya no estaba más…”.

Jorge Rodríguez

Es profesor de Educación Física de nivel inicial. Dedicó su práctica docente a trabajar con niños y niñas para ayudarlos a acercarse al deporte desde el respeto por la diversidad de los cuerpos con el juego como herramienta fundamental. En el 83 entró al Servicio Militar Obligatorio en el sur. Recuerda que todo el cuerpo militar los hostigaba a los colimbas diciéndo que por cobardes como ellos se perdió en la guerra de Malvinas. El 30 de octubre del 83 custodiaron las urnas en una estafeta Postal de Puerto Madryn donde votaron un poco más de 200 personas. Al fin de la jornada recibieron la orden de parapetarse y soltar el seguro del arma cuando se acercaba un grupo de manifestantes al camión donde guardaban las urnas. “…Estaba muerto de miedo de que den la orden de fuego. Cómo íbamos a dispararle a las gente en la calle?…”. En democracia hizo el profesorado de educación física. Cuenta que cuando él estudió toda la preparación era castrense. En la práctica fue humanizando y buscando recursos para empatizar con los chicos. Reflexiona: “Si no hubiese democracia no habría ESI”.

Alejandra Malcorra

Fotoperiodista Argentina. Nacida en el barrio de Barracas. Creció observando la belleza en las fachadas de los barrios del sur y su historia. Conoció la fotografía a los 20 años en un taller de verano, descubriendo una herramienta nueva para expresarse. Continúa sus estudios en la técnica, pero descubre la importancia de las imágenes en la historia y en la construcción de la misma. Se forma en ARGRA como Fotoperiodista. Se especializa en fotografía y Ciencias Sociales.
Realizadora de proyectos documentales sobre temáticas sociales, se interesa particularmente por la vida cotidiana, la cultura popular y la historia. Publica en distintos medios y revistas independientes como Acción, Anfibia y Tiempo Argentino. Y forma parte de proyectos colectivos como la muestra Derrumbe en el año 2019. Marea Verde 2018. Coronalibro 2020. Actualmente trabaja como fotógrafa de prensa y realiza proyectos documentales colectivos junto a Ruta Documental.

Paola Olari Ugrotte

Nació en Buenos Aires pero vivió en muchas ciudades por lo que se considera una porteña del interior. Abogada laboralista egresada de la UBA y fotoperiodista formada en la Escuela de la ARGRA. Integra la cooperativa de trabajo Imago Agencia, el colectivo artístico “Me Flipa” y los grupos de fotógrafas “Pandilla Feminista” y “Cuerpas Reales. Hinchas reales”.
Expuso individualmente en el Congreso de la Nación y CPACF; colectivamente en el ICP de Nueva York, Bronx Documentary Center, CDF de Montevideo, Centro Cultural La Moneda en Chile, Museo Bellas Artes de Cochabamba, Biblioteca Nacional, Museo de los Inmigrantes, Centro Cultural Conti y Tecnópolis, entre otros.
Publicó su libro “Amores y odios cotidianos” con Me Flipa y participó de los libros colectivos “Ser mujer en Latinoamérica” de la UAMM editado por Mata Rosas, “Reforma” editado por Bex Ediciones y “Marea verde” de la Bienal Argentina de Fotografía Documental de Tucuman. Colabora en distintos medios gráficos y virtuales. Realiza obras artísticas de pequeño formato y brinda taller “A la calle” sobre fotografía callejera.

Soledad Quiroga

Vivo y trabajo en Buenos Aires. Soy fotógrafa y narradora visual. Busco, por medio de la fotografía, proponer discursos posibles que interpelen la idea de realidad única. Suelo abordar los tópicos: espacio, vínculos y memoria. Trabajo en las áreas de Fotografía y Audiovisual en medio cooperativo Tiempo Argentino. En 2022 recibí la Beca Formación del FNA para investigar sobre el borramiento de las comunidades indígenas en la historia oficial de la provincia de Córdoba. En 2020 mi proyecto Modos de Uso fue destacado por LATFEM y la Campaña por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito de Argentina. Integro el colectivo Pandilla Feminista, donde fotógrafxs y comunicadorxs visuales trabajan generando reflexiones y encuentros para pensar la imagen con perspectiva de género. Realizamos los encuentros Arde. Fotografía, Feminismos y Derechos Humanos junto a trabajadoras de la ex ESMA en 2019; y Urge. Diálogos feministas entre fotografía y Activismos durante la pandemia por el Covid 19. Formo parte del colectivo Ruta Documental donde abordamos con una mirada dialéctica proyectos colaborativos en los que buscamos amplificar las voces protagonistas de las narrativas que queremos comunicar. Coordino espacios de expresión y reflexión fotográfica en diversos puntos culturales