Dice Martín Caparrós que nunca estuvo muy de acuerdo con esa manía de llamar crónica de viaje —o algo por el estilo— a algunos libros. Que el impacto de un viaje en un relato, sea mayor o menor, no hace que lo esencial de la historia sea el viajar en sí, sino las cosas que nos revela.
La pregunta es, entonces: ¿De qué trata Viajes de Perro?
En el libro, el tiempo es tan protagonista como Cusco. Rafo León rememora, entrelaza, pica y licua las experiencias de llegar una y otra vez al ombligo del mundo, a lo largo de 40 años. Las travesías de semanas y las experimentaciones con espiritualidad y política, se encuentran con las cortas visitas empresariales, los documentales y los cócteles.
Este corte transversal —como todos— desnuda grandes contradicciones: la de un país que dice estar orgulloso de su joya máxima pero que al mismo tiempo la menosprecia. La de un pueblo digno que se creyó el engaño de que debía vivir funcional al turismo.
O la de los limeños visitantes que, al llegar a Cusco, odiamos ser malditos limeños visitantes. Las centenares de pequeñas historias se funden en esta especie de Las-mil-y-una-noches neo andina desde los ojos de un capitalino.
• Título: Viajes de perro.
• Autor: Rafo León.
• Editorial: Aguilar.
• Otros dicen por ahí: «No se trata del libro de viajes típico, de aquellos en que el autor está en la búsqueda de los elementos exóticos, monumentales o de “color local” para describírselos amenamente y sin complicaciones al lector. León asume desde el principio una actitud más literaria, de narrador protagonista, y por ello su propia subjetividad y la de las personas con las que tiene que relacionarse adquieren en este libro mayor importancia que esas descripciones pintorescas que, por otra parte, pueden encontrarse fácilmente en cualquier guía turística..»
(Javier Ágreda. La República, Perú)