Nuevo libro de Yasna Mussa

Yasna Mussa, periodista chilena-palestina, recoge testimonios e historias de vida a través de distintos viajes que realiza por Palestina, los campos de refugiados en Siria, Líbano, Jordania y Egipto, y la diáspora en América Latina. Así, traza un mapa de resistencia y pertenencia, a través de relatos de infancia bajo el asedio, de familias separadas por fronteras y de descendientes que reconstruyen su identidad a miles de kilómetros de su tierra.

Más allá de los discursos, Palestina infinita confronta las narrativas impuestas con historias de vida, explorando la relación de la diáspora con la causa palestina y la manera en que la geopolítica global sigue moldeando el destino de un pueblo que se niega a desaparecer.

• El libro ofrece una mirada profunda sobre el conflicto que ha marcado las últimas décadas, conectando con la situación contemporánea de Gaza y Cisjordania, especialmente el genocidio de Gaza y el retorno palestino.
• La autora aborda la experiencia de los refugiados palestinos, quienes, pese a vivir en la diáspora, mantienen viva la memoria de su tierra.
• El relato se enfoca en las historias personales de los palestinos, permitiendo una comprensión más íntima de esta crisis humanitaria.
• Palestina infinita examina cómo las nuevas generaciones de palestinos, en lugares como Chile, continúan luchando por el retorno a su tierra.
• El libro resalta cómo la cultura palestina persiste, a pesar de las adversidades, especialmente a través del arte y la música.
• El relato aborda las consecuencias directas de la ocupación israelí, como el control del agua y los asentamientos en territorios palestinos.

• Más del 90% de los habitantes de Gaza fueron desplazados en los últimos 15 meses debido a los ataques y la violencia. Este dato subraya la magnitud de la crisis humanitaria en la región y el impacto de los bombardeos israelíes en la población civil​.

Mussa examina la influencia de actores clave como Estados Unidos, cuyas políticas, especialmente las adoptadas durante la presidencia de Donald Trump, han favorecido a Israel, perpetuando la ocupación y el despojo de los palestinos. La autora critica abiertamente la falta de resolución efectiva por parte de la comunidad internacional, especialmente en lo que respecta a la implementación de resoluciones de la ONU que reconocen los derechos de los palestinos. De igual manera, destaca el papel del movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) como una herramienta de resistencia y de presión económica, señalando que la comunidad global tiene una responsabilidad en la denuncia de las violaciones a los derechos humanos que ocurren en Palestina.

Un fragmento:

«Esa primera noche parecía no tener fin. El cielo se iluminaba y sentían de golpe el estruendo incesante de las explosiones. A Salma y Sara, sus pequeñas hijas, les dijeron que todo se trataba de una aventura, un paseo improvisado en el que irían a dormir donde los amigos y jugar con otros niños de su edad. Allí, en medio de preguntas inocentes y un profundo miedo disimulado, Sharif y Emany, su esposa, sacaron papeles y lápices para que las niñas pudieran colorear algo distinto a la muerte. Parece una escena de la famosa película de Roberto Benigni, La vida es bella, en la que Guido, un judío italiano, utiliza su imaginación para distraer y proteger a su pequeño hijo Goisuè del horror en un campo de concentración nazi. Ochenta años después de aquella escena de ficción del filme italiano miles de familias palestinas agotan el humor y la fantasía para que el día a día sea menos traumático para sus niños.
Aquella noche ninguno de los adultos pudo dormir. Con la luz del día vieron la magnitud de los ataques. Sharif y su esposa volvieron para intentar rescatar algunas de sus pertenencias entre los escombros, pero cuando se encontraron frente al inmueble deshecho comenzaron a llorar.
—Estábamos conmocionados. Habíamos cerrado la puerta de nuestro hogar en un edificio que estaba completo y unas horas después ya no existía».

Luego de escribir el libro y experienciar los efectos devastadores del conflicto, ¿encontraste algún lado luminoso en todas estas historias?

«Creo que una de las cosas que más me ha impresionado al reportear estas historias es el apego a la vida que tienen los palestinos y palestinas. Lamentablemente, el último siglo ha estado atravesado por la tragedia que acarrea la ocupación, pero el pueblo palestino ha sido capaz de encontrar la belleza incluso en medio de los horrores más inimaginables. Hay una defensa a la vida que nunca he visto en otro lugar. Una resiliencia y una forma de enfrentar las dificultades que demuestra la determinación y perspectiva que comparten. He aprendido mucho de estas experiencias que han tenido la generosidad de compartir conmigo y me ha enseñado a mirar desde otra perspectiva las pequeñas frustraciones que a veces nos parecen imposibles de superar.

Por otro lado, la solidaridad internacional, sobre todo de los pueblos, ha sido muy luminosa. Iniciativas y acciones políticas de estudiantes, de miembros de las comunidades judías alrededor del mundo, de organizaciones y la sociedad civil han sido una luz en medio de tanta oscuridad y demuestra como la defensa de los derechos humanos está alineada con la defensa y apoyo al pueblo palestino.»