Las universidades arden por Gaza

Más de dos mil estudiantes fueron arrestados en medio de represiones que llevó adelante la policía en las manifestaciones pacíficas en los campus universitarios de Estados Unidos. Recuerda a las protestas estudiantiles de finales de los años sesenta contra la guerra de Vietnam. Esta voz —que se alza por Gaza y en contra del genocidio que allí se está cometiendo—, se está extendiendo a universidades en todo el mundo.

Por Gonzalo Fiore Viani para La tinta 

Las protestas estudiantiles iniciaron hace dos semanas en la Universidad de Columbia, en Nueva York, donde fueron arrestados más de cien participantes. Luego, se expandieron a decenas de universidades a lo largo y ancho de Estados Unidos, con un efecto contagio en otras instituciones europeas, de Latinoamérica y de Medio Oriente. Las manifestaciones, que tienen una postura pro-Palestina, piden fin a la intervención militar israelí que lleva asesinadas a 34.622 personas y hacen un llamamiento a la paz en la región. Ya son más de 2.000 estudiantes arrestados en los campus universitarios estadounidenses.

Uno de los principales reclamos de los estudiantes y profesores involucrados es la exigencia del rompimiento de vínculos entre las instituciones educativas y universidades israelíes. Por este motivo, quienes se manifiestan están siendo acusados de antisemitas por los republicanos y por los medios mainstream de derecha, incluso, por algunos medios más cercanos a los demócratas.

El presidente, Joe Biden, intentó buscar cierta equidistancia, ya que, cuando fue consultado al respecto, afirmó condenar tanto “las protestas antisemitas” como a “aquellos que no entienden lo que está pasando con los palestinos”. Su predecesor y adversario en las elecciones de noviembre próximo, Donald Trump, fue menos ecuánime y se refirió a los estudiantes como “lunáticos” y “fans de Hamas”. Y en una entrevista a CNN durante marzo, dijo que Israel estaba perdiendo “mucho apoyo” de la comunidad internacional y debía “poner fin” a su aventura militar en la Franja de Gaza.

También se han llevado a cabo enfrentamientos entre militantes propalestinos y proisraelíes que se han cruzado en los campus educativos, lo que demuestra que la polarización extrema que atraviesa Estados Unidos desde hace ya mucho tiempo impacta en las posturas respecto de la cuestión palestino-israelí.

En un año electoral como este, todo tipo de acontecimiento impacta en la política interna del país de manera impredecible. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, llamó a la renuncia del presidente de la Universidad de Columbia durante una conferencia de prensa. El discurso del speaker republicano fue interrumpido repetidamente por una multitud, que en ocasiones lo abucheaba a él y a otros legisladores de su partido que lo acompañaban frente a los micrófonos en el campus. La legisladora demócrata neoyorquina, Alexandria Ocasio-Cortez, condenó la forma en que los administradores están manejando el problema. Su comentario llegó un día después de que otro demócrata de Nueva York, Jamaal Bowman, acusara a Columbia de ceder ante «la presión de la derecha”.

La situación llegó al punto en que se establecieron campamentos propalestinos en distintas instituciones educativas, como en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, el Colegio Emerson, la Universidad de Texas en Austin, la Universidad de Michigan y la Universidad de California en Berkeley. El miércoles de la semana pasada, la policía arrestó a casi 100 manifestantes en la Universidad del Sur de California después de una orden de dispersión. La policía de la Universidad de Yale arrestó al menos a 45 manifestantes el lunes, acusándolos de allanamiento criminal luego de que se negaran a irse. Docenas de activistas permanecieron el martes por la mañana.

La Universidad de Harvard cerró Harvard Yard y funcionarios de la escuela suspendieron una organización estudiantil pro-Palestina por presuntas violaciones de las políticas escolares. Mientras tanto, nueve personas fueron arrestadas el martes en el campus de Twin Cities de la Universidad de Minnesota, después de formar un campamento que iba en contra de la política escolar. “Estudiantes, profesores y personal de la Universidad de Nuevo México protestaron pacíficamente el lunes en apoyo a Gaza”, dijo la universidad en un comunicado el martes. Más de 100 personas fueron arrestadas el miércoles en el Colegio Emerson en Boston durante una protesta pro-Palestina, según el Departamento de Policía de Boston.


La imagen internacional de Israel se encuentra en uno de sus puntos más bajos. En Estados Unidos, por ejemplo, apenas supera el 50% de imagen positiva cuando, históricamente, siempre estuvo por encima del 70%. En el mundo, no es la excepción y, quizás, esa sea una de las explicaciones de por qué las protestas estudiantiles se han extendido a otros países. 


En París, Francia, estudiantes de la Universidad Sorbonne han salido a las calles. En Australia, en la Universidad de Sídney, instalaron campamentos pro-Palestina el martes y continuaban protestando el viernes. Universitarios de Melbourne levantaron tiendas de campaña en el césped sur de su campus principal. En Italia, en Roma, estudiantes de la Universidad Sapienza organizaron manifestaciones, sentadas y huelgas de hambre el 17 y 18 de abril. Desde la noche del 19 de abril, estudiantes del grupo Warwick Stands With Palestine de la Universidad de Warwick han ocupado la plaza del campus ubicada en Inglaterra, Reino Unido. En Leicester, Inglaterra, estalló una protesta hace dos semanas en la que también participaron estudiantes de la Sociedad Palestina de la Universidad de Leicester. En febrero, estudiantes de la Universidad de Leeds ocuparon un edificio del campus en pronunciamiento contra la implicación de la universidad con Israel. En la UNAM de México, también han levantado un campamento. Y así, cada día llegan nuevas fotos del movimiento estudiantil por Gaza.


A pesar de las acusaciones de los republicanos, otras marchas de grupos más cercanos a Trump, como la manifestación Unite the Right y varias de los Proud Boys, fueron claramente antisemitas, de tendencia neonazi, pero se les permitió llevarse a cabo debido a los derechos de la Primera Enmienda. Sin embargo, las protestas en los campus universitarios han sido reprimidas de manera similar al movimiento por los derechos civiles en los años 60. La policía antidisturbios fue desplegada antes de que comenzaran las protestas y quienes manifestaban pacíficamente fueron maltratados, algunos empujados por la policía hacia la autopista para que fueran arrestados, a otros se les disparó con una pistola Taser mientras estaban esposados. Es una represión violenta a protestas pacíficas a tal punto de que fueron desplegados francotiradores en un campus universitario.

Es una enorme simplificación falaz decir que “la juventud” en el mundo se “derechizó” y solo le importa lo individual. Lo que está pasando en las universidades estadounidenses es una muestra que lo contradice. Estos acontecimientos podrían acelerar o cambiar posturas de la dirigencia política y la opinión pública en torno a la guerra en Gaza. Sin embargo, en un momento igual o incluso más polarizado del país, es difícil saber hacia dónde pueden dirigirse esas posturas. Por lo pronto, Biden necesita que se alcance un cese al fuego más temprano que tarde para mostrar que es capaz de controlar una región que hace tiempo se le fue de las manos a Washington. A su vez, debe poder manejar un frente interno cada día más complejo y radicalizado. Durante los próximos meses, se verá cuál es realmente el impacto de esto y hasta qué punto se llega.

* Ésta crónica apareció originalmente en La Tinta y la publicamos en articulación como parte de nuestros esfuerzos autogestivos por más y mejor periodismo narrativo alternativo.

Gonzalo Fiore Viani

Abogado, magíster en Relaciones Internacionales, becario doctoral de CONICET y profesor. Redactor de notas internacionales. «Me gusta describir, contar y analizar el mundo de la forma más simple posible».

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